Cuando veo una vivienda como esta, preparada para entrar a vivir en ella, veo ilusión, veo cambios, veo familia, inicios, crecer… Ya sabéis de lo que hablo…
El espacio en esta casa no se queda para nada corto, ya que cuenta con 228 metros cuadrados construidos, distribuidos de forma que ofrece infinitas posibilidades.
Esta vivienda nos ofrece en planta baja, cochera privada, patio y un refugio con chimenea donde descansar del día a día.
En la primera planta, encontramos un recibidor, salón-comedor con chimenea, cocina con despensa, dos dormitorios y un baño.
Por último, en segunda planta, cuenta con un dormitorio, un baño, buhardilla, lavadero y una amplia terraza perfecta para disfrutar del aire libre y el solecito.